Tener una mala dirección impacta en los resultados y salud
de los empleados, dicen especialistas; incapaz de delegar, indecisión,
desconfianza, alto nivel de control son razgos de un mal jefe.
Hay jefes que orillan a sus empleados a renunciar. Los colaboradores
que carecen de una adecuada dirección y retroalimentación de sus superiores son
50% menos productivos y 44% menos rentables, de acuerdo con un análisis que
realizó la firma Gallup entre 80,000 directivos.
El impacto de la relación entre jefe y colaborador se
extiende a la salud. Cuando la dinámica de trabajo entre ambas partes es buena,
el empleado tiene 27% menos riesgo de enfermar y la posibilidad de pedir días
de descanso por incapacidad se reduce 50%, de acuerdo con un estudio elaborado
por el Instituto Finlandés de Salud, que analizó más de 30 investigaciones
sobre maltrato laboral, realizadas entre 1970 y 2011.
"El sello particular de un jefe que causará problemas a
los empleados es la demora en su toma de decisiones y utilizar el exceso de
argumentos para justificarse porque tiene problemas de ejecución", comentó
la psicóloga por la Universidad del Valle de México y reclutadora, Liliana
Soria.
Deshacerse de esas actitudes ayuda a tener empleados más
entregados a la organización. Por el contrario, la actuación del jefe es
determinante para una renuncia, cinco de cada 10 empleados confesó que su
decisión de salir de una empresa la influyó tener un mal jefe, reveló un sondeo
de la firma de colocación OfficeTeam.
Las personas pasan en promedio 19.2 horas a la semana
preocupadas por lo que dice o hace su superior, subraya la consultora de temas
laborales, Lynn Taylor, también autora del libro Tame Your Terrible Of ice
Tyrant.
Trabajar para un mando que carece de las cualidades
necesarias para manejar personal provoca frustración, daña la salud y frena el
crecimiento profesional, precisa un informe de la bolsa de trabajo OCCMundial.com
sobre liderazgo y equipos poco productivos.
Expertos coinciden en que un mal superior se 'casa' con la
idea de que liderazgo significa ordenar y controlar. Además considera que si su
subalterno no trabaja más del horario es un mal colaborador y aunque no lo
exprese verbalmente, hace sentir a los empleados que tienen trabajo "por
suerte".
"Los jefes con problemas para crear un entorno
favorable con los equipos se distinguen por vivir con la creencia de que sólo
ellos pueden hacer bien las cosas", advitió Soria.
"Ante los comportamientos negativos de un superior, no
es válido colocarse en la postura de víctima sin antes evaluar la calidad de
desempeño que se tienen como trabajador. Por ello es recomendable pedir
retroalimentación al jefe y detectar cuáles son áreas de oportunidad",
dice el reporte de OCCMundial.
Una regla de oro para el colaborador es no asumir que el mal
comportamiento del jefe es "personal", algunas veces ese estilo de
liderazgo responde a la manera en que fue entrenado, aclaró la psicóloga Liliana
Soria.
Controlar y registrar las actividades, proyectos en los
cuales se participa, resultados que se dieron, y oportunidades a mejorar es una
alternativa para que el colaborador esté preparado para argumentar su desempeño
ante cualquier problema con el jefe o para evitar líos ante un superior que
sabotea a sus subordinados, coinciden los especialistas de la bolsa de trabajo.
Según el informe de
OCCMundial los ‘malos jefes' más comunes son:
-El abusivo. Humilla a sus empleados y los trata sin
educación.
-El 'micromanager'. Incapaz de delegar, busca tener el
control de cada actividad a realizar.
-El mal comunicador. Incapaz de establecer un diálogo útil
con sus subordinados .
-El saboteador. No le interesa reconocer el trabajo de su
equipo, menosprecia los esfuerzos de los demás.
-El voluble. Para él las cosas nunca son claras, tiene
cambios bruscos de humor que dejan a sus empleados confundidos y disminuyen su
productividad.
Ahora ya sabes cómo no debes actuar y tus empleados
trabajarán mejor si evitas a toda costa realizar estas acciones.
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