“El cliente siempre tiene la razón” es un lema que exhorta al staff
de servicio a darle prioridad a la satisfacción del cliente. Esta
creencia fue popularizada por minoristas pioneros como Harry Gordon
Selfridge, John Wanamaker y Marshall Field. Ellos abogaron que las
quejas del cliente deberían ser tratadas con seriedad para que no se
sintieran traicionados o engañados. Entonces, ¿qué hacemos cuando un
cliente es el que está, en el mundo online, haciendo el engaño?
Para construir una compañía centrada en el consumidor es sabio
moverse financieramente. Todos ganan. Pero ¿qué haces cuando un cliente
tiene herramientas libres que él o ella puede usar
instantáneamente para acosar, devaluar o desacreditar tu marca
simplemente porque tuvieron un mal día? O peor aún, una vida miserable.
Aquí hay tres tips para tratar con un cliente que no tiene la razón:
Mantén la comunicación estoica, escasa y sonríe. Escribe
e-mails del tamaño de un tweet. Los psicóticos no se llevan bien con 23
párrafos. Terminarás hablando como ellos si te vas por ese camino. Se
cortés, rápido y poderoso.
No reacciones. Esta clase de clientes viven por las
reacciones. Puedes darte cuenta por los largos mails que vienen y van
del departamento de cuidado de tu comprador y la hemorragia por todo
Facebook y Twitter. Tómate tu tiempo, responde. Si necesitas consejo
pregúntale a un abogado.
Mantente enfocado en la pelota. Tu enfoque debe
estar con los otros consumidores. No creo en obsesionarme sobre mi
competencia y me niego a obsesionarme con un cliente que, en un entorno
normal, sería escoltado fuera por la policía. Atiende bien, no te
distraigas.
El mundo de las redes sociales le dio a todo mundo una voz, pero eso
no quiere decir que todo el que use su voz está en lo correcto o tenga
algún sentido de educación. Típicamente, entre más fuertes sean los
gritos, es muy probable que tenga una vida más insignificante y este sea
su único desahogo. Sé empático respecto a esto. No te quedes atrapado
en el drama y sigue adelante.
El cliente es siempre el cliente. No siempre tiene la razón.
Servirles es el honor más grande que tienes como corporación. Recuerda
que el intento del lema original “el cliente siempre tiene la razón” era
para proteger a los clientes de dueños ilegítimos de las tiendas.
La transparencia social, haciendo una buena búsqueda de Google,
llegar a conocer a la gente y ver cómo interactúan con otros clientes
nos dice mucho de la compañía. Una mala manzana no tiene que arruinar
una cesta completa de fruta. Creo que el amor y la fe trabajan juntos y
esto es sólo otro ejemplo de porqué lo hacen.
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