Como iniciador de negocios, se espera que respondas a las
numerosas presiones con gracia, confidencia y una sonrisa. Esa es la
montaña rusa psicológica de ser un emprendedor. Tiene
muchas vueltas y caídas aterradoras, pero los momentos divertidos son
los que te hacen sentir vivo.
Necesitas establecer maneras de pensamiento y actividades que te ayuden a sobrellevar la carga psicológica de la iniciativa empresarial.
Discutamos las que conoces pero no has implementado:
Sueño. Si Thomas Edison hubiera dormido más tal vez
hubiera cometido menos errores. Este y muchos pensadores prominentes en
la historia han preferido el trabajo a dormir. Nuestro cerebro necesita
del sueño. Los neurocientíficos debaten porqué esto es cierto, pero
muchas buenas razones vienen a la luz. Durante el sueño consolidamos las
memorias, hacemos nuevas conexiones, conservamos la energía e
inconscientemente hacemos a un lado los problemas.
Multitasking. Con tantas demandas en nuestro tiempo y
atención, es tentador intentar hacer todo al mismo tiempo. De todas
maneras, nuestro cerebro está optimizado para un cambio de tareas, no
para apilarlas. Cuando cambiamos de labores, nuestros cerebros deben
detener el procesamiento de reglas establecido y cargar uno nuevo para
la siguiente tarea. Esto pasa rápidamente, pero detenerse, descargar,
cargar y volver a empezar toma muchos de los recursos del cerebro. Esta
es la razón por la que al final del día tienes ganas de tomar algo.
Salud. El alcohol, la falta de ejercicio y sueño y
comer comida chatarra caen en esta categoría. Tomar mucho alcohol afecta
tu sueño. Dormir muy poco aumenta tu necesidad por la cafeína. Esto te
lleva a pensar que necesitas un trago para relajarte. Este ciclo afecta
tu salud y tu valor para las organizaciones.
Ahora unas no tan obvias:
Conexiones. Tu lista de cosas por hacer siempre será
larga. No dejes que eso te detenga al conectarte con otros. Un
creciente cuerpo de investigación describe el cerebro como un órgano
social. Muchas de sus funciones están diseñadas para procesar
situaciones sociales y relaciones. De cualquier manera, nuestra lista se
expande y se vuelve más difícil conectarse con otros. Esto no solamente es psicológicamente desgastante, sino que afecta a la gente de la que necesitas ayuda.
Vulnerabilidad. No compares la vulnerabilidad con la
debilidad. La vulnerabilidad es de donde tomas toda tu fuerza. Como
emprendedor, ser honesto emocionalmente con las personas en tu trabajo
cultiva relaciones y una cultura de gente dispuesta a hacer lo que sea
por otros. Es también bastante liberador cuando la gente sabe que eres
humano.
Modelos mentales. Estos son los lentes por los que
la gente ve al mundo. Traen significado a un evento, llenan los espacios
de información, afectan la manera en la que reaccionamos frente a otros
y representan cómo nos vemos a nosotros mismos, a otra gente y a las
organizaciones. Un modelo mental deficiente lleva a malos entendidos,
suposiciones incorrectas y caos mal intencionado.
Lo mejor que podemos hacer como emprendedores es ser conscientes de
nuestros modelos mentales deficientes y trabajar para reemplazarlos con
perspectivas más sanas al conectarnos y siendo más vulnerables con
otros.
Finalmente haz tiempo para ti mismo. Si no te ayudas no serás capaz de atender a la gente y al negocio que te importa tanto.
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