lunes, 9 de junio de 2014

Ahorra contratando una oficina virtual


¿Sabías que es común dejar hasta el último lugar el tema de tener una oficina? Es posible que digas que “no necesitas recibir clientes en tus oficinas”, y que “no quieres comprometerte a contratos de plazos largos”. Sin embargo, también es importante considerar que es deseable trabajar sin distracciones, en donde tu personal tenga un lugar cómodo donde llevar a cabo sus funciones e incluso que cuente con transporte público accesible para llegar a la empresa. Generalmente, los empresarios que apenas comienzan se enfrentan a este tipo de predicamentos, aún cuando muchas veces ya tienen solucionados todos los demás aspectos. En muchos casos ya tienen claro todo lo relativo al producto, los sistemas, las ventas, el alta en Hacienda y muchos otros detalles, pero no cuentan con el espacio ideal para realizar su actividad. Es impresionante la cantidad de casos en los que quienes tienen la intención de impulsar su propio negocio, desisten de hacerlo por este asunto de las oficinas, lo que nos da un aviso de que el tema es de gran importancia.

Las oficinas virtuales

Además de esta opción, si lo que te interesa es tener la mínima representación en otra ciudad o tener a alguien que tome tus mensajes mientras tú estás todo el día en la calle, existe el concepto denominado “oficina virtual” u “oficinas virtuales”. Este novedoso concepto permite entre otras cosas tener una línea telefónica asignada a tu negocio con una operadora que contesta a nombre de tu empresa; además puedes usarla como domicilio fiscal, recibir paquetería, e inclusive, si alguna vez necesitas una sala de juntas, puedes ocupar una en el edificio, todo por una renta mensual cercana a los 1,000 pesos mensuales (unos 100 dólares americanos).

  • Los emprendedores universitarios: Ahora saben que tener oficinas ya está al alcance de su mano.
  • Los negocios “caseros” que buscan institucionalizarse: Ahora ya saben qué sigue una vez que funciona su negocio en casa.
  • Los empresarios: Ahora pueden concentrar sus energías en lo importante, dejando que alguien más se ocupe de instalar la oficina de forma oportuna y económica.
  • Las empresas en marcha: Ahora cuentan con la posibilidad de rentar una oficina, amueblarla y ponerla en servicio, sin que esto se convierta en lo más costoso de la operación de sus negocios en crecimiento, dado lo importante que resulta evitar un significativo impacto en los costos durante el proceso de gestación del negocio.
  • Los directores de empresas con experiencia que se independizan: Ahora ya tienen quién se encargue de montar sus oficinas de inmediato y con recursos mínimos.
  • Los empresarios en edad de retiro: Ahora pueden reducir el tamaño de sus operaciones antes de retirarse y no dar todo por terminado abruptamente.
  • Las empresas que tienen sus sedes en otras ciudades: Ahora verán que, si necesitan presencia en la Ciudad de México, no tendrán que rentar una casa y adaptarla para oficinas; así podrán llevar a cabo fuera de sus instalaciones el desarrollo de proyectos especiales o confidenciales que requieren total privacidad.
  • Los ejecutivos que tienen proyectos a su cargo: Ahora, los extranjeros con estancias menores a un año y las empresas que están abriendo nuevos mercados e introduciendo sus productos en México pueden acceder a este tipo de soluciones con oficinas dentro de su organización y sabrán que toman las mejores decisiones antes de iniciar sus operaciones.

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