Chocolate Maya

La empresa mexicana Chocolate Maya creada por Raúl Armando López en el año 2005, nace como una forma de combinar la cultura y el sabor de Tabasco con los precios justos para los productores de cacao orgánico. Con el objetivo de apoyar la producción del cacao mexicano y promover entre sus clientes el consumo del chocolate de calidad. Durante sus primeros años de producción, Chocolate Maya ofreció al mercado solo un producto: chocolate elaborado 50% chocolate y 50% cacao, con el cual se dio a conocer a nivel nacional.

Debido a las inundaciones que sufrió Tabasco en el 2008, el joven empresario decidió trasladar la fábrica de Chocolate Maya a la ciudad de México, en donde recibe los cargamentos de cacao listo para entrar al proceso de tostado, molienda y empaquetado. Una vez instalado en el D.F. analizó el mercado  y se dio cuenta de que uno de los principales retos a los que se enfrentaba sin duda era a competir con grandes marcas, no solo nacionales, sino internacionales. Por dicha razón decidió darle un valor agregado a su oferta mediante la diversificación de sus productos y escuchar a sus clientes, ya que fueron los mismos consumidores quienes indicaban lo que querían.

Entre la variedad que ofrece Chocolate Maya se encuentra el chocolate amargo y semiamargo; chocolate con cardamomo y anís, té de chocolate, cosméticos hechos con base en manteca de cacao, productos de higiene personal, velas hechas a base de chocolate, además de miel y vinagre hechos con especias. Sus precios son más que tentadores: desde 35 pesos en adelante.

Sus principales puntos de venta se encuentran en tiendas y mercados especializados como el Mercado el Cien, en la colonia Roma, algunas cafeterías de la colonia Roma y Condesa y tiendas en Puebla, Quintana Roo, Estado de México, Morelos y Michoacán. Chocolate Maya alcanza ventas mensuales de entre 70,000 y 100,000 pesos, de las cuales 50 por ciento se originan en cafeterías y mercados orgánicos.

Chocolate Maya se ha dado a conocer también internacional en España, Portugal y Bélgica pues anualmente exporta entre una y dos toneladas de cacao a pequeños productores chocolateros en estos países; además realizan exportaciones de cacao y chocolate para compañías italianas al menos una vez por año.