No se trata de
utilizar tendencias y colores bonitos para diseñar una imagen, sino de
concederle vida y personalidad a tu empresa, darle sentido y ligar el concepto
a los valores de tu marca. Por eso te damos tres razones por las que debes de
tomar en serio la identidad corporativa:
Atemporalidad: El carácter que se ha forjado para tu
empresa es único y original, las personas distinguen la marca sobre su
competencia y la imagen se vuele atemporal, tu diseño no pasará de moda con el
tiempo al contrario permanecerá único.
Posicionamiento: Una imagen bien desarrollada se queda
en la mente del consumidor, el logotipo queda inconscientemente atrapado en su
mente, al recordarla le da un sentimiento de armonía, en cambio una imagen mal
diseñada puede hacer que parezca que lo que se ofrece es de mala calidad.
Transmite tus valores: Los ideales de la empresa son
percibidos por el cliente y cada producto y/o servicio es portador de los
valores de la marca.
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