Una vez definido el tipo de empresa que se pretende crear
y el plan de negocios sobre su viabilidad, el siguiente paso lo constituyen los
trámites legales los cuales permitirán iniciar con esta nueva etapa de emprendimiento.
Contar con una empresa legalmente constituida tiene
varias ventajas como las que te describiremos a continuación:
- La emisión de comprobantes fiscales y relacionarse sin restricciones con otras compañías y clientes.
- El registro de la empresa bajo la leyenda de Sociedad Anónima (S.A.), o Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L), las cuales dan a conocer las implicaciones fiscales y legales que los socios adquieren en cada caso.
- Se podrá definir los aspectos como el capital de la empresa, el número y nacionalidad de los socios, la participación de los mismos y la forma de administración de la sociedad
- Además se definirá al apoderado de la empresa, como lo marca la ley para solicitar ante la Secretaría de Economía (SE), distintas razones sociales o denominaciones de la sociedad para que ésta confirme cuál está disponible.
Otras actividades que el notario debe realizar son
registrar el acta constitutiva en el Registro Público de Comercio y dar de alta
a la empresa ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y el
Servicio de Administración Tributaria (SAT).
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