martes, 16 de junio de 2015

Conozca los secretos de éxito de esta emprendedora mujer

El éxito de Lourdes comenzó como un sueño y el simple antojo de una gelatina

María de Lourdes Sobrino, creadora de “Lulu's Desserts” dice que la palabra "fracaso" no existe, su historia se basa en un sueño hecho realidad. A ella se le antojaron las gelatinas con las que había crecido, pero no las había encontrado en ningún lugar. Realizo un estudio de mercado en las tiendas y así fue como Lulú trajo al mercado estadounidense la tradicional gelatina mexicana.

Comenzó a realizar sus gelatinas y se las daba a sus vecinos, ellos querían más ya que las preparaba de una forma diferente con frutas y tres capas de gelatina, eso fue lo que les llamo la atención. Su corazonada era buena pero su plan tenía un defecto. Ella abrió una tienda pequeña y esperaba que muy pronto la gente hiciera fila afuera, tres meses después estaba decidida a cerrar su negocio.

 “Si el cliente no quiere venir a mí, yo voy a buscar a mis clientes, Puse mis gelatinas en la cajuela del carro,” explica Sobrino.

Ella manejó de una tienda a otra solo para recibir la misma respuesta. “No me compraban nada porque decían, ¿Quién va a comprar gelatina, si cualquier persona la puede hacer en su casa?” Así que decidió dejar las gelatinas a consignación y si se venden eso sería una garantía, el mismo día ya tenía un recado que decía, “Señora traiga más gelatinas, se vendieron.”

Para Lulú, fue una inesperada combinación de esfuerzo y dedicación con muy buena suerte el día que sus gelatinas comenzaron a gustarle a la gente.

La empresaria nativa de la ciudad de México decidió que ella estaba lista para dar el paso al mundo del comercio. Hoy Lulu’s Desserts produce tres millones de gelatinas al año, eso le enseñó la importancia de satisfacer al cliente.

A los pocos años ella calificó para un préstamo de la oficina gubernamental de pequeños negocios “Small Business Administration.” Le prestaron aproximadamente un millón de pesos para hacer una inversión para su negocio. “Me doy cuenta que en Estados Unidos se motiva mucho al emprendedor, porque al motivar al emprendedor estamos generando empleos y estamos cambiando la economía,” dice Sobrino.


Ahora Lulú pasa mucho de su tiempo ayudando a otras empresarias latinas que también tienen el sueño de empezar su propio negocio.

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