Los empresarios deben tomar riesgos profesionales pero también proteger
sus bienes personales. ¿Cómo encontrar un equilibrio?
Algunos
emprendedores vierten todo en sus negocios: el valor de su vivienda, sus ahorros
de vida y una cantidad incalculable de sangre, sudor y lágrimas, pero ser el
propietario de un negocio de mediana edad con lo que implica serlo y ser
responsable de una familia y de un negocio no es un riesgo que se debe permitir
uno mismo.
De cierta
manera la edad es un factor importante, “nuestra tolerancia al riesgo, a cómo
se relaciona con las pertenencias personales y con nuestro negocio, cambia a
medida que envejecemos: tendemos a volvernos más conservadores con ambos”.
Aunque animo a
los empresarios a tomar riesgos profesionales, sugiero que protegerse contra el
agotamiento de los bienes personales. Es importante crear una red de seguridad
que reduzca el impacto y provea cierta estabilidad, incluso en el caso de que
el negocio falle.
No debe depender
de los bienes personales (o del crédito personal) para financiar tu negocio.
Para asegurar y separar tus finanzas personales y profesionales, opta por tener
dos cuentas de ahorro, que creaste incluso antes de iniciar tu empresa. Apégate
a un presupuesto austero. Reduce el tamaño de tu casa, cambia tu auto por uno
menos costoso y rechaza todo el lujo, esto con el fin de construir un fondo de
emergencia que te permita cubrir tus gastos durante seis meses y otro fondo de
ahorro para levantar tu negocio. Destina
30 por ciento de tu ingreso a esas cuentas, y después de 18 meses, podrás
sentirte listo para despegar.
Vivir por
debajo de tu presupuesto es fundamental para alcanzar la meta de indicar tu
negocio, pero algunos emprendedores llevan este consejo demasiad o lejos. Usan
sus gastos personales para justificar los gastos de su empresa floreciente. Le
apuestan “a lo grande”, es decir, invierten todos sus gastos en su empresa, e
incluso dejan de ahorrar para su jubilación.
Sin embargo,
ahorrar para tu retiro es fundamental, pues te obliga a diversificar. Cuando el
100 por ciento de tu riqueza está atado a tu negocio, estás doblemente
expuesto: si falla, pierdes tus ingresos actuales, así como los ingresos
futuros que pudiste haber generado para tu retiro.
Sin embargo
las decisiones financieras sabias no son suficientes. También es necesario
tomar ciertas medidas para asegurar que tus bienes personales sean protegidos.
Esto incluye contratar un seguro, así como considerar otras cuestiones legales
relacionadas con la estructura de tu negocio y tu patrimonio, cosas para las
que quizá requieras la asesoría de un experto. Busca la opinión de otros y sobre
todo entiende que proteger tus finanzas personales requiere que calmes tu
optimismo emprendedor y juegues a la segura.
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