Aprende a superar los retos y a deshacerte de las distracciones para
emprender con éxito desde tu hogar.
Iniciar un negocio desde casa puede proveerte de una gran flexibilidad y darte el balance
entre trabajo y vida personal que tanto has buscado. Pero la realidad es que
esta modalidad de trabajo también incluye una seria de retos.
Te compartimos
los ocho errores que debes evitar al emprender desde tu hogar:
- Pasar
mucho tiempo en casa
La soledad es
la principal queja de la gente que trabaja desde casa. Muchas personas no están
preparadas para un ambiente laboral aislado. Aunque es más fácil
hacer todo virtualmente, no es la mejor estrategia. Tómate tu tiempo para hacer
reuniones cara a cara que te favorezcan a impulsar tu negocio.
- Tener
un horario 24/7
Al iniciar tu
negocio, tú y muchos de tus empleados pueden pasar día y noche trabajando en tu
comedor, sin embargo, ésta puede ser la receta perfecta para el desgaste. Al
estar todo el tiempo conectado, podrías sentirte culpable de no estar
trabajando. Asegúrate de que tus empleados tengan tiempo libre (pero con
ciertas medidas), para sí mismos todos los días.
- Permitir
interrupciones
Sin un jefe
que esté vigilando lo que haces, es fácil tomar llamadas de amigos. Pero cuando te encuentras constantemente en el “modo
interrumpir”, puedes afectar el rumbo al que se dirige tu
negocio. Para combatir las interrupciones, necesitas evitar las tareas como:
los quehaceres domésticos, cuidar de tus hijos, ir a la tintorería, esto para prevenir que tus actividades de negocios tomen más tiempo
del necesario.
- Depender
de los seres queridos
Sin
colaboradores cerca de ti, puedes fácilmente caer en el hábito de hablar de los
problemas del negocio con tu pareja o amigos. Pero al tocar tanto el tema, probablemente
podrías cansarlos, y posiblemente ellos no
puedan aportarte los mejores consejos. Por eso, intenta acercarte con personas de tu industria.
- No
tener un área de trabajo
Es
indispensable contar con un espacio
dedicado únicamente al trabajo, incluso, si no vives en una gran casa. Elige una habitación poco usada o un rincón
vacío donde puedas crear una barrera física entre el trabajo y el hogar.
- Dejar que tus empleados abusen de tu casa
Si no
estableces reglas sobre cómo tus empleados deben comportarse en tu casa, puedes
arriesgarte a que haya daños es en esta. Desde un principio, establece
reglas con las que te sientas cómodo.
- Ser
desorganizado
Cuando el
trabajo se acumula es fácil ser desorganizado. Es sencillo caer en el desorden cuando trabajas en el mismo lugar
en el que vives, puesto que también es un espacio donde no sueles
convivir con empleados o visita. Organiza tus documentos en un
pequeño archivero o carpetas, también puedes optar por poner un pizarrón chico
o tener un espacio donde puedas escribir o colocar notas de los pendientes del
día.
- Iniciar
el día sin un plan
Sin tomar
decisiones a conciencia, sobre todo el cómo aprovechar el tiempo,
tu día se puede ir sin haber hecho algo productivo. Organiza tu
tiempo para realizar tareas a corto plazo y otras que te beneficien a largo
plazo, de manera que tu negocio esté más balanceado. Crea un horario y atente a
él. También asegúrate de dejar espacios libres en tu agenda
para atender asuntos inesperados.
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