Fija una meta de ahorro tomando en cuenta el puesto al que aspiras, la
escuela de la que provienes, el número de egresados de tu profesión, la carrera
que cursaste y el rango de salario pagado
Cuando
concluyen los años de universidad todo parece increíble, hasta que caes en
cuenta que tu futuro es incierto. Habrá que trabajar y cuanto más rápido lo
hagas y recibas un pago por ello será mejor para ti, podrás comenzar a ahorrar
para adquirir un bien en particular o para conseguir algún objetivo en el largo
plazo.
Si te
preguntas cómo ahorrar, qué porcentaje de tus ingresos destinar a esta acción y
dónde hacerlo, especialistas sugirieron destinar el 30% de tu ingreso a este
fin, invertirlo para convertir tus recursos en ganancias a largo plazo e
incluso destinarlo para tu retiro.
El éxito
también depende de la disciplina de la persona al destinar esta cantidad cada
cierto tiempo y manera puntual.
¿Para qué
ahorrar?
Cuando tenga
recursos ahorrados podrías preguntarte si los usarás en un bien, como en un
auto o rentar una vivienda, pero no olvides evaluar si este gasto funcionará en
el largo plazo, ya que podría generar gastos extra como el pago de servicios,
un seguro o en combustible en el caso de un vehículo. Por lo que quizá sea
mejor que esperes un poco para que tus ingresos no se achiquen tanto.
Estudios
revela que solo el 3% de la población que ahorra los hace pensando en su vejez,
porque la mayoría lo hace para afrontar una emergencia. Sin embargo, es
necesario que los jóvenes comiencen a pensar en un fondo de retiro como la
Afore, que se mantendrá de las aportaciones voluntarias efectuadas, pues el
sistema de retiro será diferente al actual, donde el ISSSTE o el IMSS
participan.
Es importante
que estudien y entiendan los rendimientos netos y el cobro de comisiones y
planear una aportación individual para
que no disminuya su calidad de vida cuando lleguen a la tercera edad.
TIPS
Considera.
Analizar tu situación para saber cuáles son tus metas profesionales y personales
y así conocer qué tipo de ahorro o inversión te conviene.
Planea.
Planifica para equilibrar tus ingresos con tus egresos, sabiendo que deberás
destinar una cantidad al ahorro, sin limitarte en tus necesidades. Todo
dependerá del control que tengas.
Denomina.
Etiqueta tus ahorros, es decir, ten objetivos claros. Puedes comenzar desde
algo pequeño hasta llegar a una meta mayor.
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