jueves, 20 de agosto de 2015

Razones para no contratar a un amigo

Dar empleo o recomendar a un conocido puede convertirse en una auténtica pesadilla.
Mezclar la amistad y los negocios conlleva muchos riesgos. Antes de contratar a un amigo y lo más importante, antes de ir a trabajar con uno, es crucial que sopeses los pros y los contras.

Una mala contratación puede afectar tu reputación y dar una mala señal de tu capacidad de juicio, sin mencionar que puede dañar irremediablemente tu amistad. Además, las actitudes cambian no siempre para bien cuando las personas pasan de ser amigos a colegas.

· Hazlo oficial

Querer ayudar a un amigo puede desatar una cadena de eventos con consecuencias desafortunadas. Una manera de proteger la amistad, pero ayudarlo a conseguir un empleo, es referirlo al departamento de recursos humanos. Es común que estos equipos pidan referencias a los empleados ya existentes en la compañía.

Ya en el área de RH, tu amigo se someterá al mismo nivel de escrutinio que cualquier otro candidato, es ahí cuando se decidirá si cumple o no con el perfil que buscaban. 

Con referirlo a recursos humanos, ya has hecho algo bueno por tu amigo, tu no tendrás la responsabilidad de contratarlo y por lo tanto no podrá molestarse contigo si no hubo una contratación, pero si obtuviera el empleo y posteriormente, las cosas salieran mal, tu no habrás tenido la responsabilidad o decisión alguna.

Por su puesto, contratar a un amigo no siempre es malo. Si ya han trabajado juntos antes, es muy probable que vuelvan a hacer gran equipo porque ya conocen cuál es la pauta o norma de trabajo del otro.

· Los dos lados de la moneda

Los pros y los contras de esta situación son para ambas partes. Si eres la persona a la que tu amigo está contratando, debes ver la oportunidad laboral de la manera más objetiva posible.

A veces los amigos quieren ayudar ofreciéndote una oportunidad de trabajo en un puesto que simplemente no te va.

· No tienen que acabar mal

Es importante que hagas las mismas preguntas que harías a cualquier otro jefe. Antes de aceptar ir a trabajar para un amigo, pregúntate: ¿estarás cómodo con una relación de jerarquías en el trabajo?, ¿estás dispuesto a trabajar para tu amigo incluso cuando no estés de acuerdo con sus decisiones?, ¿sabes bien qué espera de ti?


Existirán ocasiones donde tu trabajo se imponga a su amistad. Sin embargo, muchas personas trabajan para sus conocidos, y sus amistades no terminan mal. Solamente toma en cuenta que si decides por incorporarlo a tus labores, hay que ser  sumamente profesionales en esta nueva relación.


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