Chaitanya Sareen fue el encargado de desarrollar la
nueva versión del sistema operativo de Microsoft que puede correr en
todos los dispositivos. El objetivo: que el mundo entero use Windows. El arma:
inteligencia artificial.
Este
ingeniero eléctrico y de ciencias informáticas, tiene razones para sentirse
orgulloso. Actualmente es el director en jefe de programación de Windows, cargo
que ha ocupado desde la creación de Windows 7 y 8; pero Windows 10, que empezó
a distribuirse de manera gratuita el pasado 19 de julio, es distinto. Por una
parte, será la versión definitiva, es decir, no habrá 11, sino que recibirá
actualizaciones constantes en el futuro, funcionará como una app de Smartphone,
algo que Microsoft denomina Windows as a service; y por otra, está pensado para
correr en todo, desde una PC, Tablet, Xbox, o smartphone, hasta un wearable e
incluso en dispositivos que forman parte del denominado: “Internet de las cosas”.
Al respecto, Sareen explica que Windows 7 era
un sistema operativo hecho para mouse y teclado, y fue la versión que se vendió
más rápido y que alcanzó base en equipos instalados más alta en la historia de
Microsoft, mientras que Windows 8 era un sistema táctil; “con él presentamos la
tienda, nuevos dispositivos como la Surface, aparatos 2 en 1 y la idea de apps
que podían ser usadas con mouse o de manera táctil.”, dijo.
Y hay más, quizá el mayor responsable de que
cada vez más computadoras cuenten con una pantalla táctil y del auge de los
dispositivos 2 en 1 (tablet y laptop al mismo tiempo), Microsoft.
Hace tres años, apenas 4% de las computadoras eran táctiles, y 18 meses después,
esa cifra había alcanzado el 40%. De hecho, el desarrollador afirma que sólo
uno de los grandes fabricantes de laptops en el mundo no ha fabricado un equipo
táctil: Apple.
No obstante, el mundo no estaba listo para
dar el salto al mundo touch, el cambio radical
en la interfaz de usuario motivó el descontento de millones de consumidores
en todas las latitudes. Era un sistema hecho para pantallas
táctiles en un mundo aún dominado por el mouse y el teclado.
Hoy, las cosas son distintas. “La idea es conservar lo
mejor de Windows 7 y de Windows 8. Quería que fuera familiar, pero fresco, sin
importar si eres usuario de Windows 7 u 8, al usar el 10 por primera vez, todo
estaría en donde lo esperas. Sí, hay pequeños cambios, pero no hay demasiadas
cosas que aprender”, asegura Sareen, quien ha dicho que la tarea no ha sido
sencilla, ya que crear una plataforma y que agrade a 1,500
millones de usuarios, es
un poco como “ordenar pizza para 1,500 millones de personas”.
La caja de Ballmer y la revolución de bolsillo
“El Xbox no es una consola, es un centro de
entretenimiento”, afirmó Steve Ballmer, entonces CEO de Microsoft, en enero de
2011. Microsoft, al igual que Sony, veía en su consola la oportunidad de concentrar
las necesidades de información y entretenimiento de personas de todas las
edades, trasladándola de la habitación del hijo adolescente a la sala de la
casa, socializando la experiencia. Sin saberlo, el arrogante Ballmer jugó al
Schrodinger metiendo a la compañía en una caja, sin saber si estaba viva o
muerta, y el tiempo demostró que esa equivocación estuvo estrechamente
vinculada al error más grande que cometió durante toda su gestión: sí, la vida
entera de las personas confluiría en una caja, pero no en una que descansa en
la sala de estar, sino en otra, la que los usuarios llevan a todas partes,
guardada en los bolsillos, el smartphone.
Sayta Nadella, el nuevo capitán de la compañía fundada
por Bill Gates y Paul Allen hace 40 años, lo tenía claro desde que asumió el
cargo en febrero de 2014. Es por eso que la nueva versión del sistema
operativo de Microsoft puede correr en todo. “Windows 10 representa una nueva
generación de Windows desarrollado para una era de cómputo más personal. Lo que
importa es la movilidad de la experiencia, no la movilidad del dispositivo”,
dijo hace algunos meses.
Ese enfoque planteó desafíos considerables, y quizá el
mayor de todos: el de la compatibilidad de aplicaciones entre PCs,
tablets y demás aparatos; pero Sareen no se deja intimidar por el reto.
“Creo que tenemos la rara oportunidad de sentarnos con
los desarrolladores y construir desde cero una plataforma para crear
aplicaciones que funcionen en todos los dispositivos. Piensa en el ecosistema
de apps tan rico que existe actualmente, nunca han corrido en un aparato con
mouse, fueron pensadas para una pantalla táctil. También está el escenario
opuesto, hay muchas que fueron creadas para usarse con mouse, ¿cómo haces que
funcionen en pantalla táctil? Ése es una gran desafío y estamos ayudando a facilitar
esa compatibilidad”, afirma.
Quizá la jugada más temeraria de Microsoft para
resucitar su negocio móvil, es el de su anuncio acerca de que los
desarrolladores de iOS y Android podrán usar el mismo código para crear
versiones de sus apps para Windows, invirtiendo sólo un mínimo de esfuerzo. Windows
quiere meterse en, al menos, 1,000 millones de dispositivos en los próximos
tres años, y piensan hacerlo también con la ayuda de los desarrolladores de
aplicaciones. “Nuestro objetivo es hacer de Windows 10 la plataforma de desarrollo
más atractiva en la historia”, ha dicho Terry Myerson, vicepresidente ejecutivo
de Operaciones en Microsoft. “No voy a mentirte, crear esta nueva versión ha
sido difícil, pero eso no importa, ése es nuestro trabajo, trabajar duro para
que a usuarios y desarrolladores todo les sea fácil”, dice Sareen.
Al ser cuestionado sobre lo que más le emociona sobre
el futuro, Sareen es claro: la forma en como la Inteligencia Artificial (IA)
será capaz de ayudarnos de forma cotidiana. Y es en esa dirección que apunta
Windows. Cortana, el asistente virtual de Microsoft que empezó como una herramienta
para Windows Phone, ha sido integrada en Windows 10 y, en unos meses, estará
disponible también para usuarios de Smartphones con iOS y Android.
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