martes, 15 de septiembre de 2015

Inteligencia artificial, el futuro de Windows 10

Chaitanya Sareen fue el encargado de desarrollar la nueva versión del sistema operativo de Microsoft que puede correr en todos los dispositivos. El objetivo: que el mundo entero use Windows. El arma: inteligencia artificial.

Este ingeniero eléctrico y de ciencias informáticas, tiene razones para sentirse orgulloso. Actualmente es el director en jefe de programación de Windows, cargo que ha ocupado desde la creación de Windows 7 y 8; pero Windows 10, que empezó a distribuirse de manera gratuita el pasado 19 de julio, es distinto. Por una parte, será la versión definitiva, es decir, no habrá 11, sino que recibirá actualizaciones constantes en el futuro, funcionará como una app de Smartphone, algo que Microsoft denomina Windows as a service; y por otra, está pensado para correr en todo, desde una PC, Tablet, Xbox, o smartphone, hasta un wearable e incluso en dispositivos que forman parte del denominado: “Internet de las cosas”.
Al respecto, Sareen explica que Windows 7 era un sistema opera­tivo hecho para mouse y teclado, y fue la versión que se vendió más rápido y que alcanzó base en equipos instalados más alta en la historia de Microsoft, mientras que Windows 8 era un sistema táctil; “con él presentamos la tienda, nuevos dispositivos como la Surfa­ce, aparatos 2 en 1 y la idea de apps que podían ser usadas con mouse o de manera táctil.”, dijo.
Y hay más, quizá el mayor responsable de que cada vez más computadoras cuenten con una pantalla táctil y del auge de los dispositivos 2 en 1 (tablet y laptop al mismo tiempo), Microsoft. Hace tres años, apenas 4% de las computadoras eran táctiles, y 18 meses después, esa cifra había alcanzado el 40%. De hecho, el de­sarrollador afirma que sólo uno de los grandes fabricantes de laptops en el mundo no ha fabricado un equipo táctil: Apple.
No obstante, el mundo no estaba listo para dar el salto al mundo touch, el cambio radical en la interfaz de usuario motivó el descontento de millones de  consumidores en todas las latitudes. Era un sistema hecho para pantallas táctiles en un mundo aún dominado por el mouse y el teclado.
Hoy, las cosas son distintas. “La idea es conservar lo mejor de Win­dows 7 y de Windows 8. Quería que fuera familiar, pero fresco, sin im­portar si eres usuario de Windows 7 u 8, al usar el 10 por primera vez, todo estaría en donde lo esperas. Sí, hay pequeños cambios, pero no hay demasiadas cosas que aprender”, asegura Sareen, quien ha dicho que la tarea no ha sido sencilla, ya que crear una plataforma  y que agrade a 1,500 millones de usuarios, es un poco como “ordenar pizza para 1,500 millones de personas”.
La caja de Ballmer y la revolución de bolsillo
“El Xbox no es una consola, es un centro de entretenimiento”, afirmó Steve Ballmer, entonces CEO de Microsoft, en enero de 2011. Microsoft, al igual que Sony, veía en su consola la oportunidad de concentrar las necesidades de información y entretenimiento de personas de todas las edades, trasladándola de la habitación del hijo adolescente a la sala de la casa, socializando la experiencia. Sin saberlo, el arrogante Ballmer jugó al Schrodinger metiendo a la compañía en una caja, sin saber si estaba viva o muerta, y el tiempo demostró que esa equivocación estuvo estrechamente vinculada al error más grande que cometió durante toda su gestión: sí, la vida entera de las personas confluiría en una caja, pero no en una que descansa en la sala de estar, sino en otra, la que los usuarios llevan a todas partes, guardada en los bolsillos, el smartphone.
Sayta Nadella, el nuevo capitán de la compañía fundada por Bill Gates y Paul Allen hace 40 años, lo tenía claro desde que asumió el cargo en febrero de 2014. Es por eso que la nueva versión del siste­ma operativo de Microsoft puede correr en todo. “Windows 10 representa una nueva generación de Windows desarrollado para una era de cómputo más personal. Lo que importa es la movilidad de la experiencia, no la movilidad del dispositivo”, dijo hace algunos meses.
Ese enfoque planteó desafíos considerables, y quizá el mayor de todos: el de la compatibilidad de aplicaciones entre PCs, tablets y demás aparatos; pero Sareen no se deja intimidar por el reto.
“Creo que tenemos la rara oportunidad de sentarnos con los desarrolladores y construir desde cero una plataforma para crear aplicaciones que funcionen en todos los dispositivos. Piensa en el ecosistema de apps tan rico que existe actualmente, nunca han corrido en un aparato con mouse, fueron pensadas para una pantalla táctil. También está el escenario opuesto, hay muchas que fueron creadas para usarse con mouse, ¿cómo haces que funcionen en pantalla táctil? Ése es una gran desafío y estamos ayudando a faci­litar esa compatibilidad”, afirma.
Quizá la jugada más temeraria de Microsoft para resucitar su negocio móvil, es el de su anuncio acerca de que los desarrolladores de iOS y Android podrán usar el mismo código para crear versiones de sus apps para Windows, invirtiendo sólo un mínimo de esfuerzo. Win­dows quiere meterse en, al menos, 1,000 millones de dispositivos en los próximos tres años, y piensan hacerlo también con la ayuda de los desarrolladores de aplicacio­nes. “Nuestro objetivo es hacer de Windows 10 la plataforma de desa­rrollo más atractiva en la historia”, ha dicho Terry Myerson, vicepre­sidente ejecutivo de Operaciones en Microsoft. “No voy a mentirte, crear esta nueva versión ha sido difícil, pero eso no importa, ése es nuestro trabajo, trabajar duro para que a usuarios y desarrolladores todo les sea fácil”, dice Sareen.
Al ser cuestionado sobre lo que más le emociona sobre el futuro, Sareen es claro: la forma en como la Inteligencia Artificial (IA) será capaz de ayudarnos de forma cotidiana. Y es en esa dirección que apunta Windows. Cortana, el asistente virtual de Microsoft que empezó como una herramienta para Windows Phone, ha sido in­tegrada en Windows 10 y, en unos meses, estará disponible también para usuarios de Smartphones con iOS y Android.



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