En la vida, una de las realidades
ineludibles es la edad de retirarse.
Puede parecer lejana, aunque tarde o temprano nos alcanzará.
Si para ese
momento tu intención es vivir de los ingresos que te dejará tu negocio, estás haciendo una apuesta
sumamente arriesgada, porque por más próspera que sea ahora, las condiciones de
tu empresa o el
mercado donde ésta compite pueden cambiar radicalmente en el futuro.
Sin
previsión, cuando los empresarios inyectan durante años todo su capital a su
negocio y éste a largo plazo fracasa o no crece lo suficiente, “se ven en una
situación donde no crearon ese ahorro (para retirarse)”, comenta Guillermo
Seañez, director de Ventas y Distribución para Personas Físicas de la
aseguradora Old Mutual. Y en consecuencia, entran a la vejez “sin tener
respaldo o con un nivel de vida más bajo (del que disfrutaban antes de
jubilarse)”, añade.
Por otro
lado, bajo el supuesto de que el negocio prospere y genere el suficiente valor
para pagar la jubilación de sus fundadores (después de que las necesidades de
la propia empresa estén cubiertas), hay una consideración adicional. Si bien un
empresario tiene toda la razón en de creer en su patrimonio, lo cierto
es que a los 65 o 70 años, difícilmente tendrá la energía para supervisar, como
lo hacía antes de que dicho activo siga continúe produciendo ingresos.
“Lo que una persona necesita (en esa etapa de la vida) es un ingreso seguro,
sin ningún esfuerzo ni preocupación de que ese ingreso no llegue”, comenta Elizabeth
Velázquez, subdirectora de Estrategia de Productos de Seguros Monterrey New
York Life.
De manera
general, se considera que una persona en edad de retiro necesitará entre 70% y
80% del ingreso que obtenía antes de dejar de trabajar. En el caso de que su
ingreso mensual fuera de $30,000, necesitará percibir $21,000 cuando se jubile.
Conviene, por lo tanto, que analices de dónde provendrán esos recursos en el
futuro.
Diversificado
Tanto
emprendedores como empresarios deben evitar poner “todos los huevos en la misma
canasta” y destinar parte de su gasto presente para canjearlo por un ingreso
futuro. Para hacer esto, existen varias opciones de planes personales de retiro
(o PPR) disponibles en el mercado.
Estos
productos financieros pueden incluir distintas características, tales como
deducibilidad fiscal, seguro de vida y seguro por invalidez.
El ahorro
puede ser en pesos, dólares o udis UDIs (Unidades de Inversión). Una
inversión en estos dos últimos, está protegida contra variaciones en el tipo de
cambio frente a la divisa estadunidense y efectos inflacionarios,
respectivamente. Mientras que las características del plan las define el
cliente, en función de sus necesidades.
“A mucha
gente no le atrae la deducibilidad de impuestos”, comenta Seañez, de Old
Mutual, cuyo Plan Personal de Retiro ofrece dos ventajas fiscales que la Ley
del Impuesto Sobre la Renta (LISR) permite desde 2003: deducir hasta 10% de los
ingresos acumulables con un tope máximo de cuatro veces el salario mínimo
(aproximadamente $94,500) e invertir en fondos exentos de impuestos que
presentan rendimientos superiores a los de fondos similares que sí sufren de
retención.
Otras
compañías ofrecen ventajas como seguros por fallecimiento y por invalidez
incluidos en el PPR. Tal es el caso de Seguros Monterrey New York Life. Su
producto “Imagina Ser”, permite a un cliente estar protegido mientras ahorra y
recibir cuando se retire, ya sea todo el dinero en un solo pago, o un ingreso
mensual de por vida que además es heredable, explica Velázquez, la subdirectora
de esta firma.
Durante el
periodo de ahorro, la aseguradora cobra el costo de la cobertura con la ventaja
para el cliente, que en caso de morir durante el periodo entre la
contratación y la edad de retiro, sus beneficiarios reciban el
monto cubierto por la póliza. En caso de invalidez, en ese momento recibirá la
suma asegurada y dejará a partir de entonces de pagar su aportación mensual en
el plan de ahorro, el cual, cuando llegue a la edad de retiro contratada, le
pagará una mensualidad como si hubiera continuado ahorrando. “Imagina Ser”
puede ser deducible o no deducible de impuestos.
Guillermo
Seañez, el directivo de Old Mutual, recomienda revisar las cláusulas del
producto y aclarar con nuestro asesor financiero costos por cancelación y por
administración, así como condiciones para hacer un retiro anticipado. Además,
en lo que respecta a los rendimientos, debes tener claros si estos estarán
arriba de la inflación y si el ahorro se invertirá en renta variable, lo que ofrece
más ganancias pero también mayor riesgo. “Nunca debes contratar un producto que
no entiendas”, advierte.
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