El sampling es, de acuerdo a una definición que ofrece la agencia de
diseño Zorraquino, una práctica de marketing que consiste en la distribución de
muestras gratuitas de un producto o periodos de prueba de un servicio con el
objetivo de captar nuevos clientes.
Esta técnica,
además, ha sido calificada por la Asociación de Marketing Promocional (PMA, por
sus siglas en inglés), como el rey del marketing.
No en vano un
estudio realizado por la PMA, concluyó que el 72% de los consumidores que habían
recibido una muestra, posteriormente realizaron una compra del producto. Su
utilidad es, por tanto, la de familiarizar a los consumidores potenciales con
un determinado artículo con el propósito de que esta prueba consiga una compra
posterior.
¿Cuándo llevar
a cabo estrategias de sampling?
Generalmente, se desarrollan con el fin de introducir nuevos productos en el
mercado, aunque también es una práctica que puede dar sus frutos, para vender
artículos difíciles o que estén a punto de caducar.
¿Cómo puede
ayudar a las empresas? Podemos citar cuatro ventajas:
1.- Dar a
conocer la marca. El riesgo de lanzar un producto nuevo y que no es conocido,
puede solventarse gracias al sampling.
De esta manera, el consumidor tendrá la oportunidad de probarlo de forma
gratuita; una oportunidad que no rechazará.
2.- Elevado
ratio de conversión. Permite que los potenciales clientes tengan
la posibilidad de probar un producto y facilita que se conviertan en
consumidores.
3.- Gran
cobertura. El sampling llega a un
público muy amplio en un reducido espacio de tiempo.
4.-
Rentabilidad. Supone una inversión más provechosa que otro tipo
de promociones, si se tiene en cuenta el impacto que puede llegar a generar una
muestra en el corto plazo.
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