El éxito de Lourdes comenzó como un sueño y el
simple antojo de una gelatina
María de Lourdes Sobrino, creadora de “Lulu's Desserts” dice que la palabra
"fracaso" no existe, su historia se basa en un sueño hecho realidad. A
ella se le antojaron las gelatinas con las que había crecido, pero no las había
encontrado en ningún lugar. Realizo un estudio de mercado en las tiendas y así
fue como Lulú trajo al mercado estadounidense la tradicional gelatina mexicana.
Comenzó a realizar sus gelatinas y se las daba a sus vecinos, ellos querían
más ya que las preparaba de una forma diferente con frutas y tres capas de
gelatina, eso fue lo que les llamo la atención. Su corazonada era buena pero su
plan tenía un defecto. Ella abrió una tienda pequeña y esperaba que muy pronto
la gente hiciera fila afuera, tres meses después estaba decidida a cerrar su
negocio.
“Si el cliente no quiere venir a mí,
yo voy a buscar a mis clientes, Puse mis gelatinas en la cajuela del carro,”
explica Sobrino.
Ella manejó de una tienda a otra solo para recibir la misma respuesta. “No
me compraban nada porque decían, ¿Quién va a comprar gelatina, si cualquier persona
la puede hacer en su casa?” Así que decidió dejar las gelatinas a consignación
y si se venden eso sería una garantía, el mismo día ya tenía un recado que
decía, “Señora traiga más gelatinas, se vendieron.”
Para Lulú, fue una inesperada combinación de esfuerzo y dedicación con muy
buena suerte el día que sus gelatinas comenzaron a gustarle a la gente.
La empresaria nativa de la ciudad de México decidió que ella estaba lista
para dar el paso al mundo del comercio. Hoy Lulu’s Desserts produce tres
millones de gelatinas al año, eso le enseñó la importancia de satisfacer al
cliente.
A los pocos años ella calificó para un préstamo de la oficina gubernamental
de pequeños negocios “Small Business Administration.” Le prestaron
aproximadamente un millón de pesos para hacer una inversión para su negocio. “Me
doy cuenta que en Estados Unidos se motiva mucho al emprendedor, porque al
motivar al emprendedor estamos generando empleos y estamos cambiando la
economía,” dice Sobrino.
Ahora Lulú pasa mucho de su tiempo ayudando a otras empresarias latinas que
también tienen el sueño de empezar su propio negocio.